Hace unos días había ido
al centro de Alicante a fotografiar un desfile, aunque no voy hablar de ello, porque
lo importante es lo que os quiero comentar y mostrar:
Un señor que de verdad
AMA LA FOTOGRAFÍA y lo demás son tonterías.
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Cuando lo vi en su silla
de ruedas eléctrica cargado con la cámara y el cable disparador en la boca,
sufrí una descarga emocional difícil de explicar, en ningún momento fueron
sentimientos de compasión o pena, si no de admiración hacia alguien que por encima
de sus barreras físicas ha sabido y ha querido seguir disfrutando de su pasión
fotográfica.
Estamos hablando de una
Nikon D7000 con un objetivo 18-200 mm que aunque es APS pesa lo
suyo, lo sé de sobra porque yo la tengo, por eso aun valoro más la afición
de este hombre y más cuando conozco a muchos y muchas, que no suelen cargar con
la réflex a cualquier sitio por este
motivo o por cualquier otro y eso no es AMAR LA FOTOGRAFÍA.
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Lo que más siento, es que
después de hablar con él y decirme que las fotos no las sube en ningún sitio de
internet que solo es para su uso personal, el que no le preguntara nada más,
salvo pedirle permiso para fotografiarlo por la admiración que había despertado
en mi su afición a la fotografía, así que ahora desconozco su nombre y solo os
puedo mostrar su imagen anónima, pero quiero, he intento que estas instantáneas
sean por encima de todo un humilde homenaje hacia el tesón de esta persona.
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